Rolando Gonzalez

Lic. en Psicología

Toda enfermedad en el cuerpo puede causar consecuencias emocionales. La palabra cáncer tiene una gran implicancia afectiva, debido a nuestros conceptos y vivencias traumáticas previas. En virtud de los avances científicos y la información existente sobre la enfermedad, es posible hoy pensar al cáncer como una enfermedad crónica.

Un diagnóstico de cáncer va a impactar en nuestro aparato psíquico como un acontecimiento traumático, generándonos angustia, ansiedad, preocupaciones, miedos, los que al sobrepasar determinados límites y ensamblar los conceptos previos pueden detonar crisis agudas que necesiten abordajes terapéuticos, ocasionando la obstaculización del tratamiento y la reducción de la calidad de vida del paciente. Es necesario, por ello, reconocer los miedos y poner nombre a lo que estamos viviendo y regular nuestras emociones para que actúen adaptativamente a nuestro favor. El significado que otorguemos a la enfermedad va a determinar nuestro estado de ansiedad o de calma. Poder transformar la adversidad como algo a atravesar favorecerá la adaptación resiliente.

En situaciones como el diagnóstico, el aparato psíquico será forzado a realizar un esfuerzo adaptativo mayor para procesar estas emociones incrementadas. Si el disconfort es prolongado e intenso será necesario la intervención orientada a elaborar aquellos cambios que produce la enfermedad, ayudando al paciente y a su entorno a enfrentar conflictos y ansiedades, y apuntar a atravesar el proceso de la enfermedad y tratamientos de la mejor manera posible, demostrando esas condiciones positivas que aún subsisten.

Sabemos que frente al diagnóstico de cáncer, al paciente le cambia la vida, cambian las prioridades, por lo cual es importante incentivar la búsqueda de proyectos viables y no vivir solamente por y para la enfermedad y los tratamientos. El ser del paciente supera ampliamente el concepto de “estar enfermo”. La enfermedad no genera una identidad sino un estado. La mejor ayuda es entender que lo que está pasando es importante, que se puede hablar de ello y ayudar a pensar en los escenarios posibles para poder así posicionarse en un lugar más sereno. Los psicólogos entrenados en el abordaje terapéutico del paciente con cáncer cuentan con las herramientas teórico-prácticas adecuadas y los abordajes posibles frente a una situación compleja como la que presenta el espectro oncológico. Desde la Asociación Civil Sostén brindamos asistencia psico-emocional, al considerarla relevante para todo tratamiento oncológico.