Factores de Riesgo

El cáncer se produce por una multiplicidad de factores.

Factores genéticos

En algunas personas, los antecedentes familiares favorecen la aparición de oncogenes, que pueden desencadenar en un tumor. Esto significa que pueden tener mayor predisposición genética a padecer cáncer que otros individuos pero no necesariamente que van a desarrollar la enfermedad. Además, el factor hereditario sólo es preponderante en un pequeño porcentaje (5 -10%) del total de casos.

style switcher

Factores ambientales y ocupacionales

Según datos de la OMS, la contaminación ambiental por compuestos cancerígenos es responsable de 1 al 4% de todos los casos de cáncer. La exposición de la población a estos productos químicos puede ocurrir a través de consumo de agua o alimentos contaminados, la contaminación del aire y suelo y la exposición en espacios cerrados.

Determinados grupos están expuestos a niveles mayores de cancerígenos en su ambiente de trabajo. Muchos compuestos, mezclas y situaciones de exposición en el ambiente laboral son cancerígenos para el hombre y están clasificados como cancerígenos ocupacionales.

Factores infecciosos

Ciertas infecciones ocasionadas por virus y bacterias, se asocian a un mayor riesgo de desarrollar cáncer:

  • El Virus del Papiloma Humano (VPH) que se transmite por relaciones sexuales, es el principal factor asociado con la ocurrencia de cáncer de cuello de útero. Afecta tanto a varones como a mujeres. En la mujer, la frecuencia de la infección por VPH es alta en la edad de inicio de la actividad sexual. Sin embargo, más del 90% de esas infecciones suelen ser transitorias. Sólo el 5% de las infecciones producidas por los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico tienen probabilidad de avanzar y generar lesiones que pueden devenir en cáncer de cuello de útero si no son tratadas a tiempo. Esto se da preferentemente en las mujeres a partir de los 30 años. El cáncer se produce cuando hay un crecimiento anormal de las células del cuello del útero. Estos cambios celulares (denominados lesiones) son causados -en el 99% de los casos- por la infección persistente por los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico. El tiempo estimado, desde que se producen las lesiones hasta que se desarrolla el cáncer de cuello uterino, es entre 10 y 15 años. Este margen temporal posibilita la prevención de la enfermedad. Dado que las lesiones no se sienten ni pueden detectarse a simple vista, la realización de pruebas de detección es fundamental para prevenir este tipo de tumor.
  • El Virus de la Hepatitis B (VHB) puede provocar cáncer hepático. Este virus se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada, así como a través de la saliva y los líquidos menstruales, vaginales y seminales. La principal medida preventiva de la Hepatitis B es la vacuna que en nuestro país está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación (es obligatoria y gratuita) y se aplica una dosis a los recién nacidos y tres dosis más a los 2, 4 y 6 meses. También se completan o inician esquemas de vacunación a niños de 11 años que no recibieron las dosis correspondientes, adultos y personal de salud.
  • El Virus de Hepatitis C (VHC) puede causar cáncer hepático. El VHC se transmite a través de la sangre, y las causas de infección más comunes son las prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada de equipo médico y la transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar. Aunque son menos frecuentes, otras formas de transmisión son la vía sexual y de la madre infectada a su hijo.
  • El Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se asocia a un aumento del riesgo de sarcoma de Kaposi, linfoma, cáncer de cuello de útero, hígado, pulmón y de ano en las personas infectadas. Las personas infectadas con el VIH tienen un riesgo mayor de cáncer debido a que la infección produce un debilitamiento del sistema inmune, lo cual aumenta su riesgo de contraer otras infecciones virales. Entre los virus más importantes asociados a cáncer y cuya infección es más frecuente en personas infectadas con VIH que en no infectadas, se pueden mencionar: Virus del Herpes Humano 8 (VHH-8) que causa el sarcoma de Kaposi; el Virus de Epstein Barr (VEB) que causa algunos subtipos de linfoma no Hodgkin y Hodgkin; el Virus del Papiloma Humano (VPH) que causa cáncer de cuello de útero y algunos tipos de cáncer de ano, pene, vagina, vulva, y cabeza y cuello; los virus de Hepatitis B (VHB) y Hepatitis C (VHC) que causan cáncer de hígado.
  • El Virus de Epstein-Barr (VEB) es un tipo de virus de herpes. Se asocia a un riesgo mayor de linfoma y de cáncer de estómago y cáncer de nasofaringe.
  • Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria que se aloja en la capa mucosa que recubre las paredes del estómago. La infección por H. pylori es una de las causas de cáncer gástrico y de linfoma del tejido linfoide asociado a mucosa (MALT).

Radiaciones

El principal factor de riesgo es la radiación ultravioleta de los rayos solares, que puede producir en las personas cáncer de piel. Está demostrado que el riesgo de este tipo de cáncer es más alto en aquellas personas que se exponen al sol sin los cuidados adecuados. Por otro lado, los equipos de bronceado que emiten radiación UV (camas solares) también son cancerígenos.

Los exámenes radiológicos como radiografías, mamografías y tomografías emplean rayos X que son radiaciones ionizantes, es decir que tienen la potencialidad de dañar a las células. Estos procedimientos deben estar adecuadamente indicados por un profesional y realizados correctamente, para reducir la exposición a dosis de radiación innecesarias, particularmente en niños y jóvenes. La ecografía y la resonancia magnética no emplean radiaciones ionizantes.

Hábitos y estilos de vida

La inactividad física, el consumo de dietas ricas en grasas, de alcohol y de tabaco son los principales factores de riesgo de este grupo.

Diferentes estudios han demostrado una asociación entre sobrepeso y obesidad y tumores como los de esófago, colorrectal, mama, endometrio y riñón.

Mantener un peso corporal saludable, actividad física regular y una dieta saludable es importante para la prevención del cáncer.

El consumo de alcohol es factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, como los de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon y recto y mama. El riesgo de cáncer aumenta según la cantidad de alcohol que se consume. Además, las personas que consumen alcohol y tabaco tienen riesgos mucho mayores de padecer cáncer de la cavidad oral, de faringe (garganta), laringe y de esófago que las personas que consumen solo tabaco o solo alcohol.

El humo de tabaco provoca diversos tipos de cáncer, como los de boca, cavidad nasal y senos paranasales; cabeza y cuello; cavidad oral; colorrectal; cuello del útero; esófago; estómago; faringe; garganta; hígado; laringe; médula ósea; ovario; páncreas; pulmón; riñón; uréter y vejiga.

No existen niveles seguros de consumo de tabaco. Las personas que fuman están expuestas a sus efectos perjudiciales para la salud cualquiera sea su nivel y forma de exposición.

Fuente Instituto Nacional del cáncer